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«A pesar de ciertos avances en la reducción de la pobreza severa, aún quedan cuestiones que nos competen a toda la sociedad civil y a los políticos y políticas», afirmó Daniel Bóveda, vicepresidente de la Red Gallega contra la Pobreza (EAPN Galicia) en la presentación del informe «El Estado de la Pobreza en Galicia», en la institución del Valedor do Pobo. Para avanzar más defienden que es necesario «unir sinergias entre las oenegés, pues pensamos que la pobreza es un problema social, que hay que abordarla con un enfoque de derechos, no de asistencialismo. La política social tiene que ser transversal e implicar a la consellería con ese nombre, y a las de Vivienda, Cultura y otras», manifiesta Bóveda. 
Propone «garantizar un ingreso mínimo vital adecuado para satisfacer las necesidades básicas de las personas y de su calidad de vida. Dicho ingreso tiene que existir durante la situación de necesidad objetiva» con implicación en el empleo y en el acceso a «una educación pública, gratuita y de calidad, donde se promueva la integración, con más becas que garanticen la educación en las familias vulnerables; con educadoras y educadores sociales en las escuelas para potenciar las habilidades sociales del alumnado», dice. 
Sostiene que «salir de la pobreza con garantías obliga a promover medidas en tres ámbitos, que implican a las Administraciones gallega y local. En primer lugar, la vivienda decente es prioritaria: precisamos medidas y políticas ambiciosas y urgentes para luchar contra la exclusión residencial en la que malviven el 35 % de las gallegas y gallegos según el último estudio Foesa, de Cáritas, comenzando por la erradicación del chabolismo y de la infravivienda, que aún persiste en Galicia. 
En segundo lugar, debemos seguir avanzando en acciones integrales y continuadas de apoyo y fomento del empleo no precario, adaptadas a las necesidades del mercado laboral, sustituyendo la infinidad de medidas dispersas de escaso impacto actualmente existentes. Ya debería estar el programa de la Consellería de Industria para la inserción sociolaboral para las personas de familias en pobreza severa».
El tercer ámbito, agrega Daniel Bóveda, es que «no podemos consentir que los papeles y los mostradores sean más importantes que las personas. Tenemos un inmenso reto urgente en las administraciones públicas, autonómica y municipal, de luchar contra una creciente y asfixiante burocracia, que sobre todo está perjudicando seriamente a las personas en exclusión social. Llegamos a escuchar por parte de estas personas que se refieren a esas situaciones como violencia administrativa». 
Daniel enfatiza asimismo que «en los últimos meses asistimos a un lamentable espectáculo político de fomento del discurso del odio, en especial contra las personas en pobreza» y aboga por superarlo. En la sede del Defensor, EAPN Galicia expuso vídeos «que muestran la dignidad de esas personas, cada vez más culpabilizadas. En Galicia no queremos políticos y políticas que quieran rentabilizar el odio a las personas que más sufren. Queremos seguir contando con diputadas y diputados que asuman la declaración institucional de hace dos años en el Parlamento de Galicia contra la erradicación de la pobreza. Pedimos que sigan sin ceder ante la política de insulto y del odio a las personas más vulnerables, las víctimas de aporofobia, xenofobia, racismo, elegetefobia o las que niegan la violencia machista», apostilla. 
Las 126 entidades representadas en EAPN Galicia, entre ellas Saúde Mental FEAFES Galicia, «tenemos interlocución legitimada con la Xunta y con la Fegamp y hay un trabajo de años y una evolución donde ya se demostró que tiene cabida a renovación. Si no estamos todas las oenegés juntas en la lucha contra la pobreza y la exclusión, no se puede avanzar como exige una situación y unos problemas que afectan la tantas personas», señala Bóveda. El informe de la situación de la pobreza en Galicia fue presentado ante una amplia representación del Parlamento de Galicia, oenegés, colegios profesionales de educación y trabajo social, además de la defensora y personal de esta institución. «Hay muchas personas que se implican políticamente y que participan en nuestras entidades», destaca Daniel.