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La Organización Mundial para la Salud acaba de presentar el primer estudio que analiza la situación del suicidio desde una perspectiva global, incluyendo datos de 172 países entre los años 2000 y 2012. El resultado es revelador: cada 40 segundos se suicida una persona en el mundo, lo que supone unas 800.000 personas al año y una media de 11,4 por cada 100.000 habitantes.

A la vista de los resultados de este estudio, la OMS lanza una advertencia: “Este informe es una llamada a la acción para hacer frente a un gran problema de salud pública que ha sido envuelto en un tabú durante demasiado tiempo. Desafortunadamente, el suicidio con frecuencia no es una prioridad para las políticas de salud pública, y a pesar del incremento en investigación y conocimiento sobre este problema y su prevención, el estigma impide a muchos ciudadanos pedir ayuda y, cuando lo hacen, muchos no la encuentran en los sistemas de salud. Sin embargo, los suicidios son prevenibles”, explicó Margaret Chan, directora general de la organización.

Las diferencias entre las tasas de suicidio de unos países y otros se deben no solo a razones culturales, sino también a causas como la educación o el acceso a la sanidad. España cuenta con una tasa de 5,1 suicidios por cada 100.000 habitantes, frente a las tasas más altas registradas en Guyana, las dos Coreas, este de África, India, Japón y Rusia (con hasta 44 suicidios por cada 100.000 habitantes) y las más bajas pertenecientes al norte de África, Arabia Saudí, Indonesia y México (con tasas por debajo de 5).

En España se producen unos 10 suicidios diarios. Por cada muerte hay entre 10 y 20 tentativas de suicidio. Según los últimos datos registrados por el INE, 3.539 personas murieron por suicidio en 2012, 2.724 hombres y 815 mujeres. Sin embargo, la percepción que se tiene sobre este hecho es que es un problema mucho menor que el de los accidentes de tráfico que acabaron con la vida de 1.915 personas en 2012 y de 1.128 en 2013.

La OMS indica que tan solo 28 países tienen planes coordinados para reducir estas tasas, y España no se encuentra entre ellos. “A nivel nacional solo hay un plan enfocado a presos. El resto son iniciativas parciales de comunidades autónomas o municipios o intervenciones muy parciales en terrenos muy concretos, especialmente sanitarios. Pero los planes parciales no bastan, hace falta una actuación coordinada en muchos ámbitos”, asegura José Luis Ayuso Mateos, director del Centro Colaborador de la OMS para Docencia e Investigación en Servicios de Salud Mental. 

La OMS también recomienda a los países que reduzcan en lo posible el acceso a los medios más utilizados por los suicidas, como las armas de fuego. Asimismo, también indica que no parece que la crisis económica haya afectado a la tasa de suicidios. Concretamente, en España bajó un 20,3% en el periodo 2000-2012, una tendencia decreciente gracias, sobre todo, a que cada vez hay más acceso a los servicios de salud mental y la población está más sensibilizada y dispuesta a pedir ayuda ante una depresión. Aun así, queda mucho por hacer para que las cifras de suicidio dejen de ser alarmantes y que las personas en esta situación reciban el apoyo necesario para salir de ella.

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Información y gráfico extraídos de El País y de El Mundo