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Según indica la “Estrategia de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud” editada por el Ministerio de Sanidad y Consumo, la prestación de atención a la salud mental realizada por cuidadores informales supone el 88% del total de la atención a este colectivo en España. Esto implica una carga tremenda para las familias, puesto que la atención de un paciente psiquiátrico trae asociadas toda una serie de alteraciones en la vida del cuidador.

Los trastornos mentales graves generan una importante carga familiar que recae generalmente sobre la madre u otro familiar del paciente. La dedicación al cuidado de una persona con esquizofrenia, por ejemplo, supone de 6 a 9 horas diarias y lleva consigo sentimientos de pérdida, restricciones sustanciales en la vida social y efectos negativos en la vida de familia, añadiéndose la preocupación, pérdida de oportunidades laborales y merma de la salud mental de la cuidadora o el cuidador. 

Generalmente, los cuidadores también sufren un retraimiento social porque el cuidado de la enfermedad mental implica una gran dedicación; la familia y el enfermo se aíslan del entorno y los prejuicios sociales resultan muy dañinos” afirma Xosé Ramón Girón, presidente de FEAFES Galicia. 

En este aspecto cobra una gran importancia el trabajo que realizan las asociaciones de salud mental federadas en FEAFES Galicia, pues ayudan al enfermo y a la familia a asimilar su situación y a relacionarse con el entorno. “Se tarda mucho tiempo en entender una esquizofrenia, por ejemplo. Los trastornos mentales son enfermedades crónicas, incurables, requieren atención todas las horas del día todos los días del año. La carga familiar que supone es muy fuerte” declara Girón.

El enorme porcentaje de cuidadores informales que atienden a las personas con enfermedad mental se debe fundamentalmente a la insuficiencia de recursos de atención, lo cual provoca que las familias tengan que suplir esas carencias en la mayoría de los casos. FEAFES Galicia considera imprescindible aumentar los recursos sociales y sanitarios de atención a la salud mental; concretamente, es necesario implementar un seguimiento individual adecuado en el tratamiento una vez el paciente abandona el Hospital. 

“Quizá el mayor problema que existe en los servicios sanitarios para atender a estas personas se da a la hora de hacer un seguimiento de la enfermedad, más que a la hora de abordar un brote o una necesidad puntual. La enfermedad mental es un trastorno que requiere una continuidad en la atención y actualmente los servicios médicos no pueden ofrecerla” comenta Xosé Ramón Girón, presidente de FEAFES Galicia. 

El abordaje integral de la enfermedad mental debe incluir también una adecuada atención al entorno más próximo, que a menudo precisa de apoyos específicos como programas de ayuda mutua, intervención familiar, etc. Los familiares y amigos son un elemento esencial en la recuperación de las personas con enfermedad mental, por lo que también necesitan un asesoramiento y formación que FEAFES Galicia, así como las asociaciones miembro, ofrecen a través de sus servicios.

Es preciso igualmente garantizar una intervención comunitaria precoz al inicio de la enfermedad mental con el fin de evitar hospitalizaciones innecesarias. De este modo evitamos también, en el caso de problemas mentales graves, que los familiares y allegados tengan que asumir responsabilidades de cuidado especialmente complejas.

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