La conducta suicida constituye un grave problema de salud pública debido al gran número de personas afectadas, siendo la principal causa no natural de mortalidad en Galicia y en España. En nuestra comunidad autónoma, se registraron 338 suicidios en 2016, siendo la tercera de España en números absolutos de muertes por suicidio. Sin embargo, si analizamos el peso de estas muertes en relación a la población, Galicia se sitúa en cabeza con 11,08 suicidios por cada cien mil habitantes.
El número de personas que pierden la vida a causa de un suicidio es 2,44 veces superior al de fallecidos en accidentes de tráfico, y aun así no existen medidas de prevención, detección y ayuda suficientes para hacer frente a esta realidad. En la mayoría de los planes de salud, la prevención del suicidio figura como uno de los objetivos principales, pero a la hora de la verdad no se le dedica el trabajo ni los recursos económicos que requiere.
Los datos indican que cuando se implantan buenos programas de detección y ayuda, los índices de suicidio bajan. En la unidad de prevención de suicidio de Ourense, una de las pocas que existen en España, tan sólo el 9% de los pacientes con intentos suicidas tratan de quitarse la vida de nuevo. Saúde Mental FEAFES Galicia insiste, por tanto, en la importancia de implementar estos programas, así como impartir formación a los profesionales y brindar apoyo al personal médico, diagnosticar posibles conductas suicidas y prestar especial atención a las personas reincidentes.
El tratamiento del suicidio debería pasar por un abordaje transversal del mismo para mitigar sus efectos: prevención, detección, diagnóstico, tratamiento y continuidad de cuidado de los trastornos mentales. No debemos olvidar que, según la Estrategia en Salud Mental del Sistema Nacional de Salud, la tasa de mortalidad por suicidio de las personas que presentan un trastorno esquizofrénico es 9 veces mayor que la de la población general, en la depresión mayor el riesgo de suicidio se multiplica por 21, en los trastornos de alimentación por 33 y en las toxicomanías por 86.
Por eso, es imprescindible sensibilizar sobre la trascendencia del suicidio y orientar a aquellas personas que puedan encontrarse en situaciones de riesgo y a sus familias, así como combatir la culpabilización de la conducta suicida. Para ello, Saúde Mental FEAFES Galicia ofrece un servicio de información y asesoramiento gratuito, así como un teléfono gratuito de consulta al que puede llamar cualquier persona para pedir apoyo y consejo profesional: 900 102 661.
El tabú, el mayor obstáculo para la prevención
En nuestra sociedad existe un enorme pánico a hablar sobre el suicidio, en parte por miedo a que tratando este tema se pueda inducir a un mayor número de muertes intencionadas. La OMS denuncia que éste está peligrosamente acompañado de palabras como estigma y tabú, impidiendo que las familias, allegados, personas que tuvieron experiencia de suicidio en primera persona y los responsables públicos hablen del tema de manera abierta y efectiva.
Una parte importante de los suicidios se podrían prevenir y, por tanto, evitar, y para ello es preciso visibilizar el problema e instar a las autoridades a que elaboren planes de prevención y actuación dotados con los recursos materiales y humanos necesarios.
El Día Mundial de la Prevención del Suicidio es una fecha propicia para hacer un llamamiento a aumentar la concienciación social y evidenciar la necesidad de mejorar la prevención y el control de los suicidios. Para eso, es necesario el control ambiental de los factores de riesgo, la difusión idónea de la información, la mejora de la eficacia de las intervenciones en las áreas de salud mental y la eliminación del tabú que existe en torno a este tema.
Campaña #HablaDelSuicidio: Mitos y Realidades
Ante esta situación, la Confederación Salud Mental España ha elaborado una campaña de concienciación en redes sociales bajo el hashtag #HablaDelSuicidio, en la que insta a la sociedad a visibilizar este fenómeno que afecta a tantas personas en nuestro país. Desde la Confederación, se defiende que hablar es el primer paso para trabajar en la prevención.
Según explica su presidente, Nel A. González Zapico, para prevenir la conducta suicida «es imprescindible acabar con los mitos e ideas erróneas sobre el suicidio para facilitar la desestigmatización y culpabilización y, con ello, facilitar que las personas con ideaciones suicidas pidan ayuda».
Entre los mitos más arraigados sobre el suicidio, además de la idea de que no se puede prevenir, también existe la creencia de que las personas que se suicidan son egoístas (o valientes), cuando la realidad es que la conducta suicida no está vinculada con estas cualidades, sino con un altísimo grado de sufrimiento de la persona.
La campaña incide también en que, al contrario de lo que habitualmente se piensa, los intentos de suicidio no son una llamada de atención, sino la manifestación de la desesperación y dolor que siente la persona. Tampoco es cierta la idea de que la persona que quiere acabar con su vida no avisa, ya que muchas personas revelan de alguna manera sus intenciones a su entorno.