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Carmen y Catalina no se conocen, pero tienen mucho en común. Ambas llegaron a Saúde Mental FEAFES Galicia en la búsqueda de apoyo, y tras pasar por el Programa de Atención Integral a Mujeres con Enfermedad Mental en Situación de Vulnerabilidad, financiado por la Secretaría Xeral de Igualdade, lograron encauzar sus objetivos y mejorar su situación personal.
Catalina, de Ourense, reconoce que llegó con muchas dudas y bastante desesperanza, pero tras su paso por el programa, adquirió herramientas para afrontar mejor su día a día: «Gané mucha confianza gracias a los pequeños pasos que fui dando, adquirí capacidades, seguridad, aprendí a no desesperar antes de esperar… conseguí en un año lo que no había conseguido en treinta», reconoce con optimismo.
Carmen, por su parte, acudió a FEAFES Lugo en la procura de orientación y formación para afrontar mejor su búsqueda de empleo. Del apoyo que encontró destaca que «me aportó seguridad, porque soy una persona que me agobio con facilidad, y saber que tengo quien me ayude, me hace sentir tranquila», asegura. 
Ambas coinciden en que el trabajo es fundamental para sentirse útiles, seguras y desarrollar un proyecto de vida estable. «El trabajo me aporta muchísimo», afirma Carmen, «estar con personas distintas, ir paseando a mi puesto de trabajo, tener conversaciones con los compañeros y hablar de mis preocupaciones… lo valoro muchísimo». Catalina, por su parte, apunta que ahora va más segura a las entrevistas de trabajo: «voy con la cabeza en alto, que antes no lo podía hacer», reconoce.
Esta seguridad en una misma es parte de los objetivos que se buscan en el Programa de Atención Integral a Mujeres con Enfermedad Mental en Situación de Vulnerabilidad, que trata de dotar de una mayor autonomía e independencia a las mujeres participantes para mejorar su situación personal, social y laboral. Para ello, se les ofrece una atención personalizada y especializada, valorando cada caso particular y actuando sobre las necesidades de cada persona.
«Los objetivos se cumplieron con creces», asegura Catalina, «son la versión mejorada de la persona que llegó a FEAFES». La ourensana agradece enormemente el trabajo realizado por el personal técnico de la entidad, pues gracias a ellos y ellas consiguió, entre otras cosas, entender y relativizar su condición de salud: «No soy un trastorno, son una persona, tengo una coletilla detrás pero no me limita, hago las mismas cosas que los demás», insiste.
A este respecto, Carmen reconoce que los problemas de salud mental generan cierta incomprensión, pero al entrar en contacto con otras personas que se encontraban en situaciones semejantes, se enteró de que es mucho más frecuente de lo que parece. A alguien que esté pasando por un momento complicado a nivel de salud mental, le aconseja «que lo diga y que lo hable». Y Catalina coincide con ella: «que no se ofusque y no se limite, porque cuanto más te cierras en ti misma, más te perjudica», añade. «Yo, en mi caso, no tengo ninguna duda de que esto seguirá avanzando la mejor», concluye Catalina.