Esta semana, APEM estuvo dando los primeros pasos para iniciar labores de horticultura y jardinería en el terreno este de su centro de Carballo, en la avenida Cristina. Tras un tiempo de planificación y preparación, este proyecto sale a la luz con la ilusión de que traiga tras de sí un largo recorrido.
APEM inició la andadura hortícola con varias formaciones teóricas impartidas por el colaborador de la asociación Marco, donde los usuarios aprendieron nociones sobre horticultura y compostaje. Esta formación se completó con otras más específicas, como la impartida el pasado sábado por técnicos del ayuntamiento y Sogama sobre vermicompostage, en la cual los alumnos recibieron material para criar lombrices y obtener humus.
Continuaron con mediciones del terreno para levantar los bancales y proceder a su relleno, así como diseñar una idónea distribución de las distintas variedades de plantas, flores y árboles frutales que tienen previsto plantar. Los compañeros de APEM tratarán de hacer una huerta sinérgica entre todos.
Durante todo este proceso, en la asociación se hicieron la siguiente pregunta: ¿Cómo puede una huerta ecológica ayudar a mejorar la salud de los usuarios? Partieron de premisas amplias como integrarse más en medio rural y concienciar sobre la importancia de hábitos de consumo saludables, pero, sobre todo, pensaron que las tareas necesarias para este trabajo, unidas al esfuerzo físico y a la necesidad de trabajar en equipo, potencian las capacidades cognitivas, la socialización y la relación de estas personas con el medio.
A todo eso se le une la satisfacción de trabajar sobre un terreno totalmente yermo y poder ver que con el paso del tiempo, los resultados son visibles. Además, es posible que alguno de los horticultores de APEM adquieran destrezas suficientes como para finalizar, en un futuro, en algún proyecto de integración laboral.
Vía APEM.