El Congreso bienal de la Confederación FEAFES (a partir de ahora Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA), organizado en esta decimonovena edición junto a la Federación FEAFES Galicia en A Coruña, llevó por lema «Embarcados hacia una vida plena». De este modo, se hizo patente la importancia de la participación, el empoderamiento y la autonomía de las personas con problemas de salud mental de cara a su recuperación.
Ponencia marco
El encuentro estuvo dividido en dos jornadas. La primera, que tuvo lugar el jueves 11 de junio, albergó una conferencia marco en la que el director de Relaciones Externas de Forética, Tomás Sercovich, destacó la importancia del sector de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) como oportunidad para las organizaciones sociales. En su opinión, «si la empresa no es capaz de generar valor, no sólo para sí misma sino también para la sociedad, está destinada a fracasar». Sin embargo, coincidió con la subdirectora general de Promoción de la Autonomía Personal y Prevención de la Dependencia de la Xunta de Galicia, Carmen Orgeira, encargada de presentar la conferencia marco, en que «la inserción laboral de las personas con problemas de salud mental no es una cuestión de RSE, sino de derechos».
Acto inaugural
La segunda jornada, que tuvo lugar el 12 de junio, estuvo conducida por el periodista y presentador de la Televisión de Galicia, Terio Carrera. La sesión inaugural corrió a cargo del presidente de la Confederación, José María Sánchez Monge, quien quiso agradecer a la Dirección General de Políticas de Apoyo a la Discapacidad del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, al Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) y a la Fundación ONCE el apoyo recibido a lo largo de los últimos años. Asimismo, Sánchez Monge insistió en recordar que el objetivo del movimiento ha sido y seguirá siendo la defensa de los derechos de las personas con problemas de salud mental, «conseguir la verdadera igualdad de oportunidades».
En la mesa estuvo acompañado por el presidente de FEAFES Galicia, Xosé Ramón Girón, quien, además de dar la bienvenida a los asistentes, ponentes y autoridades, destacó la importancia de que el movimiento asociativo se reúna periódicamente para compartir inquietudes, experiencias y proyectos.
Además, en esta inauguración también intervino el subdirector General de Participación y Entidades Tuteladas del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Jesús Celada, y la Secretaria Xeral de Política Social de la Xunta de Galicia, Coro Piñeiro, quienes coincidieron en la importancia de la colaboración entre las instituciones y los movimientos asociativos.
Posteriormente, las ponencias se repartieron en tres mesas temáticas que abordaron el empleo, la vivienda y el riesgo de exclusión social, tres elementos clave que contribuyen o dificultan el proceso de recuperación.
Salud mental y empleo
La mesa sobre el empleo como camino hacia la autonomía estuvo moderada por el periodista de Radio Nordés Cadena Ser, Pepe Formoso. El encargado de abrirla fue Fernando Bellver, presidente del Patronato de Fundación Emplea, quien lamentó que, como sociedad, en materia de empleo y de integración de las personas con discapacidad, «no hemos podido hacer demasiados avances». El empleo con apoyo es, explicó, no sólo un pequeño programa colateral, sino algo con mucho futuro, es la rampa de acceso a la normalidad ciudadana. El empleo con apoyo cambia a la persona que se compromete a acceder a una ciudadanía plena, pero también a los profesionales que, en su opinión, «deben dejar los centros especiales, para llegar a las empresas». De esta forma, aseguró Bellver, «cambian también las empresas, que serán un reflejo de la sociedad y tendrán, por tanto, un 10% de sus empleados con discapacidad».
En la misma mesa intervino también Marcos Gómez, técnico de FEAFES Soria ASOVICA, que, desde su experiencia, llegó a la conclusión de que, más allá de la medicación, «el empleo es el mejor tratamiento, lo más terapéutico». Recursos como el Centro Especial de Empleo, dijo, «actúan como elementos recuperadores de las habilidades deterioradas por la enfermedad mental».
Salud mental y vivienda
La segunda mesa, que llevó por título «Vivienda: Un lugar para la autonomía», estuvo moderada por la periodista de Radio Galega, Clara de Saa. En ella participó Abelardo Rodríguez, coordinador técnico de la Red de Atención Social a Personas con Enfermedad Mental de la Comunidad de Madrid, quien explicó cuáles son los modelos e iniciativas que fomentan el acceso a la vivienda de este colectivo y el papel que juegan este tipo de medidas para mejorar su empoderamiento y autonomía. En este sentido, destacó que «la inadecuada cobertura de las necesidades de apoyo al alojamiento y atención residencial genera múltiples consecuencias negativas, por lo que es fundamental aportar los apoyos oportunos para que las personas con problemas de salud mental puedan optar a una vivienda de su elección, adaptada a sus necesidades».
En la mesa estuvo acompañado por Miguel Leturia, director del área de consultoría de Matia Instituto Gerontológico, quien recalcó la importancia de pasar del modelo asistencial y clínico a un modelo centrado en la persona, atendiendo a la singularidad de cada una de ellas. «Clasificamos, diagnosticamos e incluimos en grandes sacos a personas muy diferentes», dijo Leturia, que considera que para abandonar esta forma de trabajar y tender a la personalización «necesitamos la participación de las personas usuarias».
La mesa se cerró con una experiencia personal a cargo de María José Sánchez, usuaria de recursos residenciales de la asociación APEM, que compartió con los asistentes al Congreso la ayuda que la vivienda supervisada supuso para su evolución y su independencia vital. «Al principio me sentía perdida. No me atrevía a ir sola al supermercado, pero luego, poco a poco, ya fui haciendo sola todas las cosas», explicó.
Salud Mental y exclusión
La última mesa, titulada «Salud Mental: ¿un tobogán hacia la exclusión social?», fue moderada por el abogado y colaborador de RadioVoz, Gonzalo Gesto. María Asunción Garay, que forma parte del programa de Asistencia Psiquiátrica a Personas Sin Hogar de Bilbao, señaló que las intervenciones deben ser proactivas y estar enmarcadas en la búsqueda de la dignidad. «Las personas sin hogar son víctimas, altamente vulnerables a ataques», dijo Garay, que quiso aclarar que las actuaciones del organismo al que representa están encaminadas a la reducción del riesgo, a través de la detección del mismo y, posteriormente, de las prestaciones sociales y sanitarias. Asimismo, destacó que el «respeto de la voluntad, los ritmos y las prioridades de las personas afectadas» es una de las claves del éxito de este tipo de iniciativas.
A su lado estuvo Manuel Fernández, presidente de la asociación lucense ALUME, que expuso los objetivos del programa PAIEM destinado al trabajo en instituciones penitenciarias, así como del proyecto de apoyo a personas sin techo que ALUME puso en marcha hace 8 meses. «Queda mucho trabajo por hacer», dijo Fernández, máxime en una «sociedad del bienestar menguante» y con grandes diferencias entre Comunidades Autónomas, pero aseguró tener la percepción de que «existe una disposición espontánea en la sociedad que se activa en cuanto nosotros encendemos la alarma. Trabajamos con personas que tienen en la calle una suerte de padrinos que les compran las medicinas, les adelantan el dinero del copago, o nos avisan cuando llevan dos días sin verles».
Por último, Carlos García, representante de FEAFES Galicia en el Comité Estatal de Personas con Enfermedad Mental, pidió un esfuerzo más al movimiento asociativo, a pesar de que «las asociaciones están desbordadas», para profundizar en las labores de acompañamiento, porque, según dijo, «hay momentos en la vida que pueden determinar si acabas en exclusión o no. Cuando sientes que no le importas al mundo, el mundo deja de importarte a ti».
Clausura
El presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), Luis Cayo, cerró el XIX Congreso FEAFES asegurando al movimiento asociativo que «la salud mental seguirá teniendo un lugar preferente en la agenda de la discapacidad». En este sentido, aclaró que «no es una concesión, sino una forma de asumir la realidad, ya que la salud mental es, cualitativa y cuantitativamente, el colectivo de la discapacidad con el que la sociedad tiene un mayor déficit de atención, de conocimiento y de concesión de derechos».
El Congreso se cerró definitivamente la tarde del viernes con un encuentro del movimiento asociativo en el que varias entidades presentaron experiencias, proyectos, campañas y actividades innovadoras o exitosas que desarrollan en sus respectivos territorios.