Hoy, 7 de abril, se conmemora el Día Mundial de la Salud, para el cual la OMS pide a los líderes mundiales que se comprometan a adoptar medidas concretas para promover la salud de todas las personas. La cobertura sanitaria universal (CSU) se logra cuando existe una firme determinación política. Esto significa garantizar que todas las personas, en cualquier lugar, puedan tener acceso a servicios de salud esenciales y de calidad sin tener que pasar apuros económicos.
Para que los servicios de salud sean verdaderamente universales, es necesario pasar de unos sistemas de salud concebidos en torno a las enfermedades y las instituciones, a unos sistemas de salud concebidos en torno a las personas y para ellas. En los últimos decenios, la CSU ha surgido como una estrategia clave para avanzar hacia la consecución de otros objetivos relacionados con la salud y de desarrollo más amplios.
Recordemos que la salud mental es parte integral de la salud; tanto es así que no hay salud sin salud mental. Por ello, debemos recordar a los poderes políticos que tengan en cuenta la promoción de la salud mental dentro de las políticas y los planes generales de salud.
Además, las políticas nacionales de salud mental no deben ocuparse únicamente de los trastornos mentales, sino reconocer y abordar cuestiones más amplias que fomentan la salud mental como la incorporación de la promoción de la salud mental a las políticas y programas de los sectores gubernamental y no gubernamental.
Además del sector de la salud, es esencial la participación de los sectores de la educación, el trabajo, la justicia, el transporte, el medio ambiente, la vivienda o la asistencia social, puesto que la promoción de la salud mental depende en gran medida de estrategias intersectoriales.
La cobertura de la salud mental en Galicia
Los problemas de salud mental son trastornos que requieren una determinada continuidad en la atención, y actualmente los servicios médicos no pueden ofrecerla por el bajo ratio de profesionales de psiquiatría que hay en relación a los pacientes de esta área.
Según el estudio «Informe sobre la situación de exclusión social de las personas con discapacidad por enfermedad mental en Galicia» elaborado por FEAFES Galicia en el año 2013, en Galicia recibe algún tipo de atención socio-sanitaria (en la mayoría de los casos de carácter muy básico) entre el 12 y el 14% del total de personas que se estima que tienen problemas de salud mental, y sólo entre el 5 y el 6% de ellos reciben algún servicio de media o alta intensidad.
Por otro lado, los apoyos sociales a las familias y personas con problemas de salud mental son todavía muy escasos, pues bajo el prejuicio de que la enfermedad mental es un problema únicamente de salud, su atención y la creación de dispositivos no se abordó desde una óptica social hasta hace poco, lo cual supuso un gran retraso a la hora de implementar políticas integrales de atención al colectivo.