FEAFES Galicia celebra este sábado 12 de julio la final del VIII campeonato de balompié “Todos por el Fútbol”, un encuentro deportivo en el que participarán diez equipos de ocho asociaciones procedentes de toda la comunidad autónoma.
El torneo tendrá lugar en el Pabellón de Santa Isabel, en Santiago de Compostela, a partir de las 10:15 de la mañana. Se disputarán diversos partidos a lo largo de toda la jornada hasta que esté decidido quién jugará la final, que tendrá lugar a las 16:30 de la tarde. Finalmente, a las 17:15, se realizará una entrega de premios al equipo ganador de la mano del presidente de la entidad, José Ramón Girón.
Desde marzo hasta junio, los diez equipos que participan en la liga de FEAFES Galicia se enfrentarán en una serie de partidos que concluyen en esta final, disputada con encuentros de 30 minutos de duración siguiendo el modelo de los play-off. Los equipos participantes pertenecen a ocho entidades federadas en FEAFES Galicia: Alba (Pontevedra), Apem (A Coruña, Cambre e Cee), Doa (Vigo), FEAFES Vigo, Lar (Vilagarcía), Lenda (Redondela), Morea (O Barco) y Portanova (Narón).
FEAFES Galicia estima que en este evento participarán alrededor de 300 personas entre participantes y acompañantes, pues se trata de una actividad que cuenta con una gran participación e interés por parte de las asociaciones miembro.
El evento, organizado por el departamento de Ocio y Deportes de FEAFES Galicia, tiene como objetivo promover el deporte en igualdad, impulsar la actividad física entre las personas con enfermedad mental y luchar contra el estigma social que sufre este colectivo. A través de este torneo, FEAFES Galicia muestra a la sociedad la imagen más positiva de las personas con enfermedad mental, luchando de modo activo contra los estereotipos negativos y los falsos prejuicios que se asocian a estas personas.
Las actividades organizadas por el servicio de Ocio y Deportes de la federación ayudan a mejorar la calidad de vida de las personas con enfermedad mental y de sus familias, pues sus participantes rompen con la rutina diaria, realizan actividad física desde una perspectiva lúdica, se enriquecen culturalmente, socializan y se integran en la sociedad. A su vez, permiten un respiro a los familiares en su tarea de cuidadores.