El miércoles 2 de julio, el presidente de FEAFES Galicia, José Ramón Girón, compareció en el Parlamento de Galicia en el marco de la Comisión no permanente de Seguimiento de las Políticas relativas a la Discapacidad y elaboración de nuevas Propuestas a Favor de la Integración de las Personas con Discapacidad.
Un total de nueve diputadas que representan a los cinco grupos parlamentarios de Galicia escucharon la exposición de Girón, quien presentó con claridad las deficiencias que existen en la atención a la salud mental y las necesidades más urgentes del colectivo. Destacamos muy positivamente el interés y conocimiento mostrado por las diputadas, pues en su turno de intervenciones formularon preguntas que abordaron todos los ámbitos en los que hace falta trabajar la salud mental: menores, servicios públicos, servicios sociales y sanitarios, exclusión social, etc.
El presidente de FEAFES Galicia estuvo acompañado además por el director de la entidad, otros miembros de la Junta Directiva y varios representantes del Comité de Personas con Enfermedad Mental de Galicia.
20 años de retraso
En su comparecencia, José Ramón Girón denunció que las personas con enfermedad mental y sus familias están siendo negativamente discriminadas en la asignación de ayudas públicas, por lo que es necesario empezar a financiar los derechos sociales de este colectivo.
El presidente incidió en el hecho de que históricamente, la enfermedad mental fue asociada a un problema únicamente sanitario, lo cual impidió que FEAFES Galicia recibiese ayudas sociales Hasta el 2013, año en el que la salud mental fue incluida en la cartera de la Consellería de Traballo e Benestar. Esto supuso un atraso para la federación de más de 20 años con respecto a otras discapacidades, no recibiendo financiación para las necesidades sociales del colectivo y no pudiendo implementar políticas integrales para su atención.
Ademáis, el presidente de FEAFES Galicia dejó clara la diferencia entre enfermedad mental y discapacidad intelectual, señalando que la confusión que suele existir entre los dos términos generó muchos obstáculos y cerró muchas puertas a nuestro colectivo.
41.533 personas, muchas de ellas pobres
José Ramón Girón habló de la alta incidencia que tiene la enfermedad mental en nuestra sociedad, ya que es la segunda causa de discapacidad en Galicia después de la física y la que más creció en los últimos años, pasando de 19.900 personas censadas en el 2006 a 41.533 en el 2014. Se trata también de una de las enfermedades que más carga asistencial y familiar genera (en el 80% de los casos, los únicos cuidadores de las personas diagnosticadas son sus familiares), y aun así, es una enfermedad totalmente invisible.
Además, Girón destacó que las personas con trastorno mental son un colectivo básicamente pobre. Los primeros brotes de la enfermedad suelen aparecer en la adolescencia, rompiendo por completo el programa vital de las personas que la padecen y de sus familiares, y cuando se produce la “quiebra del cuidador”, las personas diagnosticadas quedan completamente desprotegidas y abocadas a la exclusión y a la pobreza. A esto se debe el elevadísimo número de casos de enfermedad mental que existe entre las personas sin hogar, los reclusos o las personas tuteladas por la Funga.
Falta de atención
De las más de 41.500 personas con enfermedad mental que hay en Galicia, FEAFES tan solo atiende a 8.600. José Ramón Girón resaltó que esta cifra es alarmantemente pequeña y que está muy por debajo de la atención a otras discapacidades, que cubren el 100% de su colectivo.
También indicó que durante la crisis se produjo un aumento en el censo de personas con enfermedad mental, pero que en la mayoría de los casos se debe a una necesidad económica ya que los enfermos solicitan el certificado de minusvalía para poder acceder a las ayudas por discapacidad.
Incidió en que FEAFES Galicia trata de apoyar a los diagnosticados y a sus familias en todas las facetas da su vida para que puedan normalizarse y alcanzar la plena condición de ciudadanía, pero a día de hoy la entidad no cuenta con la financiación ni con el personal suficiente para hacerlo.
Girón también habló de la existencia de la “puerta giratoria”, una dinámica en la que entran los pacientes de salud mental cuando son dados de alta en los hospitales y, tras encontrar que fuera carecen de apoyo, recaen y vuelven a ingresar. Girón se refirió al “cuello de botella” que existe una vez que los afectados se rehabilitan, puesto que la inclusión social y el acceso al empleo no son reales, por lo que las recaídas se convierten en habituales y, con cada una de ellas, el paciente va perdiendo capacidades.