Manuel Juncal lleva más de 15 años trabajando por la inserción laboral de las personas con problemas de salud mental dentro del Servicio de Orientación Laboral que Saúde Mental FEAFES Galicia desarrolla desde el 2002 gracias al apoyo de la Xunta de Galicia
Saúde Mental FEAFES Galicia lleva más de 20 años trabajando en la línea de la Orientación Laboral dentro del Servicio Público de Empleo de Galicia (SPEG). Este servicio, que realizamos gracias al apoyo de la Xunta de Galicia y que está financiado por la Consellería de Promoción de Emprego e Igualdade, está especializado en favorecer la inserción laboral de las personas demandantes de empleo que tienen algún problema de salud mental. Fue un recurso pionero a nivel nacional y es un recurso normalizado, ya que permite que estas personas puedan realizar demandas similares a las de la población en general.
Manuel Juncal, el orientador más veterano de Saúde Mental FEAFES Galicia, empezó en el servicio en el 2005, tres años después de su puesta en marcha. «Este servicio es uno de los grandes recursos que tenemos para poder ayudar a las personas a iniciar o reforzar su proceso de incorporación laboral y búsqueda de empleo». Y es un recurso muy necesario: la tasa de inserción laboral de las personas con problemas de salud mental es solamente del 17.5% pero nuestra experiencia indica que, a través de los programas de Orientación Laboral, con apoyo y acompañamiento a las personas y a las empresas, la tasa de inserción sube hasta el 56%.
Cree también que el apoyo de la Xunta de Galicia en este proyecto es muy importante ya que «dio la posibilidad de tener profesionales para hacer un trabajo de orientación específico», explica Manuel y continúa: «permitió opta a herramientas de trabajo dentro del propio SPEG». Todo esto influyó directamente en un cambio en el rol de las personas que atendemos, que pasaron a tener un papel más activo y participativo y por lo tanto contribuyó a la normalización a nivel social del colectivo. «También favoreció la identidad ciudadana, generándose el sentimiento de poder ejercer un derecho como ciudadano al poder optar a estos recursos».
Un proyecto centrado en las personas
La evolución del Servicio de Orientación desde sus inicios es muy significativa. Se empezó atendiendo a 55 personas en el 2002 y actualmente son más de 1000 personas en toda la comunidad autónoma. Las ventajas para el colectivo de este programa son varias, pero Manuel Juncal destaca «el trabajo centrado en la persona y adaptado a su condición de salud, circunstancias de vida y personales.» Ya que la labor que realizan los equipos profesionales es muy diferente dependiendo de cada persona. Se analiza cada perfil por separado y se ajusta el plan a cada persona y, a partir de esta adaptación, podemos encaminar sus objetivos de incorporación laboral.
Manuel nos cuenta que el perfil de las personas que acuden a este programa también fue variando: «En los inicios la franja de edad era más marcada, esencialmente entre los 35-50 años, porque eran las personas que asistían a los Centros de Rehabilitación Psicosocial y Laboral que las Asociaciones desarrollan con el SERGAS». Estas personas ya pasaron por el inicio del trastorno de salud mental y que tras la estabilización y recuperación, encontraban en el Servicio de Orientación Laboral un apoyo para conectar o vincularse de nuevo con el mundo laboral.
Pero desde hace unos 5 años se acerca gente cada vez más joven, sobre los 20 años. «Son chicos y chicas que tienen ahora su primera atención desde la red de Salud Mental o personas que ya estuvieron en los recursos de Salud Mental Infanto-Juvenil y que ahora buscan un primer acercamiento al mundo laboral». Según Manuel, este cambio se explica por un cambio en los diagnósticos de atención, gracias al que empezaron a tener más presencia los trastornos que habitualmente están en el entorno de la ansiedad, los rasgos de personalidad, la disociación, etc.
Muchos obstáculos que sortear…
Independientemente de la edad de las personas con problemas de salud mental, todas se enfrentan a una serie de problemas comunes a la hora de encontrar un empleo: las dificultades derivadas de su enfermedad o del tratamiento recibido, el distanciamiento del mercado laboral durante mucho tiempo o la ausencia de vida laboral, la ausencia de un entorno de apoyo, la falta de receptividad del mercado laboral a las personas con necesidades de adaptación a los puestos de empleo, el rechazo y el estigma, incluso el autoestigma.
Manuel, desde la experiencia de todos estos años, distingue dos grandes vertientes de dificultades: «Por un lado, la vinculada a la formación y la falta de cualificacióny por otro lado las dificultades de acceso a un empleo adaptado«.
Respecto a la falta de formación, este es un problema que siempre constituyó una dificultad por la necesidad de acceder a recursos específicos. En este sentido, Manuel destaca la importancia de estar dentro de la línea de Orientación Laboral del SPEG, que permite optar a recursos que hace años eran de difícil acceso para las personas con problemas de salud mental.
En relación a la falta de empleo adaptado, señala que sigue habiendo carencia de empleos que apliquen la flexibilidad necesaria para ajustarse a las características de la persona y que esta no se vea sobrepasada por el trabajo. No se habla de medidas que supongan grandes cambios, explica Manuel, si no de reducción de horario, tiempo de adaptación,… Medidas que muestren que existen apoyos, recursos y flexibilidad en el caso de que la persona los necesite.
… y muchos progresos alcanzados
Pero Manuel reconoce también que hubo grandes avances en la actitud de las empresas y personas contratantes: «existe una mejora en la sensibilidad y la accesibilidad de las empresas. Creo que lo que más influyó en nuestra labor es nuestra madurez y estabilidad en el trabajo con las empresas.» Manuel se refiere al trabajo de prospección e intermediación laboral que el equipo de profesionales de Saúde Mental FEAFES Galicia fueron haciendo, y hacen, a lo largo de los años.
Conectar con las empresas, explicarles la realidad de las personas usuarias de nuestros programas, informar y trabajar en al eliminación de los prejuicios, favorecer la contratación; y, una vez entran en el puesto de trabajo, la labor que se hace de asesoramiento a la empresa y apoyo a la persona trabajadora. Todo esto permitió crear una base de empresas con las que se mantiene una relación estable y donde se puede establecer una vía de comunicación y entendimiento muy positivo.
El Servicio de Orientación Laboral, tiene como misión final la contratación de las personas con problemas de salud mental, pero su importancia va mucho más allá. Para las empresas, se puede decir que el principal cambio es la apertura de miras. Como explica Manuel, «habitualmente lo que descubren y reciben con grata sorpresa, es ver a personas muy complicadas y con muchas ganas, independientemente de las dificultades de partida o de la necesidad de aprendizaje»; lo que contribuye positivamente en la eliminación de estigmas y prejuicios y un enriquecimiento también para la empresa y las personas que en ella trabajan. Lo que repercute en una imagen general más positiva de las personas con problemas de salud mental como personas capaces en un entorno laboral.
Para las personas usuarias, el acceso al trabajo aporta grandes cambios positivos en su vida. Dice Manuel que tener un empleo proporciona autonomía y reconocimiento social, tener unos ingresos, una actividad diaria, un compromiso y motivación. Supone también autoconfianza y superación personal, y para muchas personas, supone un cambio muy significativo, el de pasar de un rol de «enfermo» a un rol de «persona capaz». «Si por algo se caracterizan las personas que atendemos», afirma Manuel «es por las ganas y su implicación en salir adelante.»