El cortometraje «Se vende. Maleficio en la casa» es el resultado de un taller de vídeo participativo desarrollado durante dos meses en DOA Saúde Mental, realizado en el marco del Programa Más Social promovido por la Fundación Barrié. Los participantes del taller, personas con problemas de salud mental, adquirieron las herramientas y conocimientos necesarios para contar sus historias a través del audiovisual, ejecutando todo el proceso desde la concepción de la idea hasta el rodaje y la interpretación.
El resultado de esta experiencia fue un cortometraje de terror rodado en Vigo que cuenta la historia de un fotógrafo de una agencia inmobiliaria que tiene el encargo de fotografiar una casa donde comienzan a producirse sucesos extraños. Para la elaboración de esta pieza, los usuarios de DOA Saúde Mental exploraron su realidad, compartieron preocupaciones e intereses y aprendieron a contar historias desde su perspectiva.
El pasado 9 de abril se celebró el preestreno del cortometraje en una proyección realizada en Cangas dentro del ciclo de teatro aficionado CITEAMOR, la cual recibió una calurosa y positiva acogida. Desde el pasado martes 16 de abril, el cortometraje ya está disponible para todos los públicos en el canal de YouTube de DOA Saúde Mental.
Por su parte, el próximo martes 23 de abril se subirá a Internet un making off que explica cómo se hizo el cortometraje y cuáles fueron las impresiones y las experiencias de las personas participantes.
Vídeo participativo: una metodología que promueve la participación
El vídeo participativo es una metodología de trabajo que pretende promover la participación social y el empoderamiento de personas en riesgo de exclusión. En el taller realizado en el marco del Programa Más Social, promovido por la Fundación Barrié e impartido por la agencia Gingko, los usuarios de DOA Saúde Mental se sumergieron en el lenguaje audiovisual, aprendieron a construir un relato, a darle forma de vídeo y a ejecutar su propia pieza.
Durante todo este proceso, los participantes se convirtieron en agentes activos de comunicación, elaborado de forma autónoma sus propios contenidos y creando para eso un grupo de trabajo donde todos tenían alguna función. Una vez finalizada la formación, los usuarios adquirieron una serie de conocimientos y herramientas que les permitirán seguir aplicando esta metodología en las actividades y dinámicas de la asociación.