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SALUD MENTAL ESPAÑA denuncia la irresponsabilidad de algunos medios de comunicación y muestra su rechazo ante el tratamiento mediático que, desde ayer, están realizando acerca de este caso. «Este tipo de informaciones, que se basan en prejuicios y estereotipos, fomentan la discriminación y el odio hacia colectivos maltratados y vulnerables ya de por sí», afirma el presidente de la Confederación, Nel González Zapico. En este caso, las informaciones afectan a personas con problemas de salud mental, pero otras veces ocurre lo mismo con población migrante, menores, o personas con discapacidad en general.
La creencia generalizada de que los problemas de salud mental están íntimamente relacionados con la violencia no tiene base científica alguna. No es cierto que las personas con trastornos mentales sean más agresivas ni tengan más probabilidades de cometer actos violentos que las personas sin estos problemas. De hecho, ocurre en más ocasiones que este colectivo sea víctima de agresiones, malos tratos y abusos que responsable de un acto violento. Tan solo entre un 3 y un 5 por ciento de los actos violentos que ocurren en la comunidad son atribuibles a problemas de salud mental.
«De la misma forma que las noticias no recogen si una persona que ha cometido un acto violento tiene diabetes o es hipertensa, no deberían hacerlo tampoco cuando tiene un problema de salud mental. Implícita e injustamente, los medios que así lo hacen, están presuponiendo que es la causa, sin haberlo contrastado. Y esto está lejos de ajustarse a la ética periodística», apunta González.
En muchas ocasiones se confunden las causas reales de una agresión o conducta violenta relegándola a un problema psiquiátrico, cuando puede deberse a problemas socioeconómicos, consumo de drogas, violencia de género, educacionales, etc. Una conducta violenta no puede justificarse a causa de un problema de salud mental, ya que muy pocas veces existe una sola razón que explique un comportamiento de este tipo.

¿Qué es lo que NO se debe hacer?

Distintos medios de comunicación han difundido titulares y expresiones estigmatizantes en sus informaciones en las cuales se vincula directamente el problema de salud mental con la violencia. Estos son algunos ejemplos:
  • El Español: La izquierda se aferra al «fascismo» aunque la navaja la envió un loco
  • El Mundo: El PSOE hace campaña con la amenaza de un esquizofrénico
  • OK Diario: Un enfermo de esquizofrenia detenido por la «amenaza fascista» a Maroto: puso su nombre en el remite
  • El Español: La izquierda se aferra a la «amenaza fascista» pese a que el cuchillo a Maroto lo envió un esquizofrénico
  • Voz Populi: Identifican a un esquizofrénico como autor de la carta con una navaja enviada a Reyes Maroto
  • La Vanguardia: El autor de las amenazas a Maroto es un vecino de El Escorial con problemas de salud mental
  • Libertad Digital: La verdad tras la amenaza a Reyes Maroto: un esquizofrénico que incluyó su nombre y dirección en el remite
  • ABC: El autor del envío de un paquete con una navaja a Maroto es un esquizofrénico de El Escorial

¿Cómo se debe informar de manera adecuada y sin estigmas?

Informar sin estigmas es posible, tal y como están demostrando algunos medios de comunicación. Algunas de las claves son:
  • No vincular de forma automática la violencia con los problemas de salud mental. Este es uno de los estereotipos que más daño hace al colectivo.
  • Entender y reflejar que las personas, sanas o enfermas, son ante todo personas, y que todo individuo tiene múltiples facetas (laboral, personal, familiar, etc.).
  • Evitar etiquetar a las personas sustantivando su condición: «un esquizofrénico», «un depresivo», «una anoréxica», etc. El hecho de emplear este lenguaje contribuye al estigma ya que reduce a la persona a una única característica: su trastorno mental, cuando se trata de una circunstancia más de su vida. De la misma forma que difícilmente oiremos hablar de un «sidoso» o un «canceroso» para referirnos a personas con estas dolencias, la recomendación es no usarlo tampoco en el caso de la salud mental.
Algunos ejemplos de un tratamiento correcto de esta noticia son los siguientes:
Desde la Confederación, se insta a los medios a seguir las recomendaciones de la Guía de Estilo sobre Salud Mental para Medios de Comunicación, elaborada por el Grupo de Comunicación del movimiento asociativo de SALUD MENTAL ESPAÑA, en la que se ofrecen recomendaciones para tratar la salud mental de forma adecuada y sin estigmas. «Es posible informar correctamente, lo que se necesita es huir del sensacionalismo y, sobre todo, la voluntad de hacerlo», concluye González.