Con motivo del Día Internacional de las Trabajadoras y los Trabajadores, que se celebra el domingo 1 de mayo, SALUD MENTAL ESPAÑA ha querido denunciar la situación insostenible de desempleo a la que se enfrentan las personas con problemas de salud mental, ya que ocho de cada diez no tiene un trabajo. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en su informe «El empleo de las personas con discapacidad (EPD)» correspondiente al año 2020, tan solo el 17,1% de las personas con discapacidad psicosocial tiene un empleo. Esta cifra es tan solo dos décimas mayor que la del año anterior, 2019, que se situó en el 16,9%. Bajo el hashtag #EmplearSinBarreras, la Confederación difunde esta campaña de sensibilización gracias a la financiación del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.
«Un año más, las personas con problemas de salud mental son las que más afectadas se ven por el desempleo dentro del ámbito de la discapacidad», denuncia Nel González Zapico, presidente de SALUD MENTAL ESPAÑA, por lo que indica que «es urgente terminar con las inaceptables cifras de desempleo de las personas con problemas de salud mental». Según el presidente de la Confederación, para ellas «el empleo es terapéutico y permite que su evolución mejore, que la persona se sienta útil y parte activa de la sociedad con capacidad para aportar y participar y se la vea, además, como ciudadana de pleno derecho». González Zapico señala además la importancia de «potenciar la concienciación de la responsabilidad social y de las organizaciones respecto al bienestar psicológico en el lugar de trabajo».
La Confederación reclama un sistema de apoyos y adaptaciones que haga valer el derecho al trabajo de las personas con trastorno mental. Además, la organización reivindica a la administración pública que impulse con mayor fuerza políticas que favorezcan la transición desde el empleo protegido al empleo ordinario y alerta de que, para prevenir estos problemas, en los entornos laborales se debe cuidar la salud mental de todas las personas, y que se debe poder hablar de ello sin tabúes ni prejuicios.
Precisamente el estigma es uno de los mayores obstáculos a los que se enfrentan las personas con problemas de salud mental en el entorno laboral. Y a su vez, la baja inserción laboral de este colectivo es una de las principales barreras para su inclusión social, debida en gran medida a los prejuicios que todavía muchas empresas y administraciones públicas mantienen. Según el informe «Estigma y enfermedad mental: análisis del rechazo social que sufren las personas con enfermedad mental», un 44,2% de las personas con problemas de salud mental asegura haber sufrido algún tipo de discriminación laboral y casi la mitad estarían dispuestas a aceptar «cualquier tipo de trabajo». Por ello, es necesario sensibilizar al tejido empresarial para fomentar la contratación en la empresa ordinaria, apoyando la eliminación de mitos y estereotipos.
«Es urgente mejorar, reforzar e impulsar medidas para que las personas con problemas de salud mental puedan trabajar», afirma González Zapico. «Esto pasa por la formación, la adaptación del puesto de trabajo, cuotas de reserva de empleo, creación de cooperativas sociales, y entornos protegidos enfocados a la inclusión social. El movimiento asociativo de personas con problemas de salud mental y familiares está firmemente comprometido para informar y asesorar en esta materia», asegura el presidente de SALUD MENTAL ESPAÑA.
Los materiales de la campaña #EmplearSinBarreras, constan de una serie de vídeos de concienciación sobre empleo y salud mental, que se podrán encontrar en las redes sociales de las entidades que conforman movimiento asociativo a partir del 1 de mayo. Como parte de la campaña, Nel González y personas del equipo técnico de la Confederación, el mago Pepo Capel y profesionales de Quoon argumentan en este vídeo los beneficios de una inversión en la promoción de la salud mental en entornos laborales.
Trabajar sin máscaras, emplear sin barreras
Ante estas cifras que cada año confirman la baja tasa de empleo entre las personas con problemas de salud mental, y ante la importancia del empleo como apoyo fundamental en la recuperación de la persona, desde la Confederación se impulsan iniciativas relacionadas con este ámbito.
Entre las actividades más destacadas, se encuentra la campaña Trabajar sin máscaras, emplear sin barreras, cuyo fin es concienciar a las empresas, por un lado, de la importancia de implementar medidas en favor del bienestar emocional y una buena salud mental de los trabajadores y las trabajadoras, y por otro, de la importancia de cambiar el paradigma tradicional de contratación, abriendo sus puertas a las personas con problema de salud mental.